Día lindo en la tarde montevideana, tuvimos el agrado de reunirnos con Andrés Scotti, jugador destacado en la Selección Uruguaya en todo el período Tabárez.
Andrés, que en sus 38 años de vida y más de 20 de carrera en su espalda jugó en 10 equipos (Independiente de Trinidad, Central Español, Wanderers, Nacional, Huachipato y Colo Colo de Chile, Necaxa y Puebla de Mexico, Rubin Kazan de Rusia y Argentinos Juniors), y tiene muchos títulos y premios individuales ganados, entre los que se destacan la Copa America en 2011 con la selección, los campeonatos uruguayos con Nacional en 2002 y 2012 y el premio a mejor defensa extranjero en la liga rusa en 2003, entre otros palmares, nos abrió amablemente las puertas de su hogar ubicado en Malvin para contarnos un poco de su carrera y de los últimos sucesos ocurridos entorno al Fútbol Uruguayo y mundial.
¿Cómo
fue que se dedicó de lleno al fútbol?
Fue raro, estaba haciendo una carrera
técnica en talleres Don Bosco y bromeando con mis compañeros en los campeonatos
internos me invitaron a jugar al interior a Flores, en Independiente, y me fui
como una aventura de adolescente. Fue pasando el tiempo, empecé a entrenarme sólo acá, porque jugaba los fines
de semana afuera. Comencé a ganarme algunos pesitos, seguí entrenando, me fue
mejor, y mediando la carrera de artes gráficas vi que el fútbol podía ser un
futuro para mí.
En el tercer año de Don Bosco dije ‘voy
a terminar la carrera y después me
dedico al fútbol’ por si algún día me rompía las piernas tenía un título de
gráfico para después laburar.
¿Qué
cambios notó del fútbol amateur al fútbol profesional?
Los cambios más que nada fueron
sociales, porque en el interior es más familia, más grupo, más eventos. En
principio me costó un poco acá la competencia, eso igual fue cambiando. Tuve un
pasaje corto por Central Español de cuatro, cinco meses, no me pagaron ese
tiempo que jugué en el equipo, el grupo no era tan unido, pero ya el siguiente
año me fui a Wanderers y ya fue diferente fue más familia, otra acogida, me
sentí más a gusto, ahí comencé a ligarme al profesionalismo. Pero el comienzo
acá me costó mucho.
Arrancó
como volante central y luego en el Puebla lo colocaron en la zaga. ¿Cómo fue
eso?
En sí cuando yo viaje al interior me fui
de delantero, después agarre de lateral porque faltaba uno en esa posición y yo
quería jugar en el primero, entonces me tire a ese puesto y me adapté. Luego
cuando volví a Montevideo, estaba Borras y me ponía un tiempo de lateral y la
otra mitad de nueve, me encantaba, yo de nueve andaba muy bien. Al otro año
firmé con Wanderers y hacíamos lo mismo. En un momento, me hago un esguince de
rodilla, bajo a tercera a recuperarme, cuando volví juego cuatro partidos de
nueve y en todos hice goles. Wanderers andaba mal entonces los dirigentes
dijeron ‘tenés que poner a Scotti’, me ponen de stopper en una línea de tres,
anduvimos bien y ahí ya me relegaron para atrás. Pero en la posición que me
hubiera gustado y hubiese marcado una diferencia era de delantero. Tenía mucho
sacrificio, corría mucho estando arriba. Bueno ta no me puedo quejar. Viví todas
las posiciones, tanto en el medio, como en la defensa y hasta delantero algunos
partidos también.
Ésta
experiencia en diferentes puestos, ¿le terminó sirviendo para lo que era la
selección jugando en las distintas posiciones?
Ya tener tantos años de experiencia,
manejamos las posiciones con más calma, con más noción de movimientos tácticos,
pero sí tuve la experiencia de estar en muchos puestos entonces puedo entender
lo que sienten los demás.
¿Qué
diferencia notó en Rusia con respecto a Uruguay?
La diferencia fue social más que nada,
ellos venían de un régimen muy cerrado, los comunistas marcaban los rangos, los
cargos se hacían notar, el que mandaba demostraba que mandaba, los empleados
era más sumisos y había falta de respeto en ese aspecto. A mí me chocó mucho al
principio, después me acostumbré al sistema pero yo siempre respeto a todos por
igual, sea el presidente o sea un barrendero, para mí no cambia nada, son todos
seres humanos, son todos iguales.
Ese
sistema, ¿influía en algo en lo que era la Premier de Rusia?
No, la liga me gustó, era un fútbol
fuerte, una mezcla entre el italiano y el inglés, muy táctico. Los cuatro años
que jugué, fui el jugador que participó en mayor cantidad de partidos. Ellos te
reconocen si haces esos esfuerzos y te rompes el lomo por el equipo, la verdad
me lo reconocieron como en pocos lados.
¿Qué
cambio percibió en Nacional entre el 2002 y el 2011?
Algunos cambios había, el Parque Central
que se estaba usando, ese para mí fue el más grande. Después alguna cosa mínima
en Los Céspedes, una pequeña reestructura en el vestuario. Los grupos siempre
se van modificando, hoy ya hay algo que yo también intento implementar en los
equipos que es el cuidado en la alimentación, es algo que yo busco en los
jóvenes, que apuesten a eso porque es el potencial del presente y del futuro,
los pequeños detalles hacen la diferencia. Yo lo vengo haciendo hace años y me
ha dado resultados, por eso con 38 años puedo jugar en la selección.
Después cambió como ha cambiado el
fútbol. Al fútbol uruguayo le cuestan los cambios, va todo muy lento. Es una
desilusión que tengo el no poder ver que crezca y si observar que en algunos
lados mejoren a pasos agigantados y en otros lugares con pasos cortos pero
firmes. Pero con Uruguay no hay caso, tema canchas, infraestructura, no
invierten un peso y es complicado emparejar a los otros que tarde o temprano
nos van a comer.
¿Qué
hubo de distinto entre el último Nacional campeón uruguayo y el del torneo
pasado?
Muchos cambios, en estos dos años
pasaron cuatro técnicos, cada seis meses se iba un entrenador y venía otro, eso
para mí es letal. Porque no solo cambia el que dirige sino que cambian ideas, gustos,
sistemas. Cambió la conducción directiva (de Alarcón a Ache), los compañeros,
de un semestre a otro variaba mucho el plantel, entonces es muy difícil armar
una estructura sólida y firme que al primer temblor no se desmorone un poco. En
Nacional cuesta entender eso, por el exitismo del uruguayo que quiere ganar en
la primera de cambio, no toleran una derrota, buscan culpables, buscan la
fácil, no piensan en proyectos largos, que si no se da en este semestre o en
este año va a ser en el siguiente.
Usted
cree que esto de no invertir en infraestructura ¿tuvo que ver en la conducción
directiva de la AUF?
Tuvo que ver en todo el fútbol uruguayo,
la AUF es parte de él y la manejan los dirigentes de los clubes, prefieren
llevarse cada uno unos pocos pesos para pagar el sueldo de dos jugadores, en
vez de invertir en una cancha sintética, en el estadio, en proyectos a largo
plazo, están para la chiquita. Apuestan muy poco a las juveniles, invierten muy
poquito, más allá que cuesta todo, para mí pifean en un montón de cosas que
podrían ahorrarse, ganarían mucho más apostando desde abajo, potenciando a los
chicos de los 13, 14 años. Los jugadores que traen para primera, si tenés
buenas instalaciones te van a rendir más, no se te van a lesionar como pasó en
Nacional con muchos jugadores, que vienen y se lastiman por las canchas, por
ejemplo Fucile que llegó hace dos semanas y ya está con tendinitis, es
complicado.
¿Cuál
es su opinión con respecto a la posibilidad de una nueva postergación del
comienzo del campeonato?
¡Patético! Acá no se sabe ni cuando
empieza ni cuando termina, no te podes organizar unas vacaciones, el jugador de
fútbol no existe, no tiene peso político, no tiene peso en nada. Lo empiezan
cuando quieren, lo terminan cuando quieren. Tuve un compañero, Richard (Porta),
se iba a casar, había puesto el casamiento para una fecha, le cambiaron el
campeonato, se estiró una semana y tuvo que cambiar fiesta, salón, todo. No te
podes organizar un viaje con tu familia, parece que no tenés importancia, que
sos un elemento para usar, si sirve vamos para adelante y sino afuera, es
complicado, a la dirigencia uruguaya le cuesta mucho.
El
cambio de mando que hubo en la asociación, ¿influyó en la actuación de Uruguay
en el Mundial?
No, no creo porque ya estaba encaminado,
la directiva que entró no incidió en nada, no es que los de antes eran
maravillosos y los de ahora son un desastre. Yo creo que la dirigencia del fútbol
uruguayo en general, carece de muchas cosas, sin ir más lejos, a nivel de
selección tuvimos que discutir cambios que eran básicos, como un viaje de Europa
a Sudamérica que querían que viajáramos en económica. Eso lo cambiamos, para no
dar ventajas simplemente, porque conlleva 12 horas de viaje, más el cambio de
horario de seis horas, y jugar a los cuatro días un partido de Eliminatorias.
En cuanto al Complejo Celeste, el
maestro ha hecho hincapié y ha logrado que las canchas estén más o menos aceptables,
las instalaciones están acordes, te sentís como en tu casa.
En lo que respecta a las juveniles, se
los tiene de dos a tres veces por semana, son la apuesta al futuro. Por algo se
ha clasificado a los últimos mundiales sub 15, sub 17 y sub 20, se han vendido
jugadores gracias a la participación en esos torneos. A los clubes les cuesta
entender y no ven eso, yo no puedo creerlo. Le discuten que invierten mucho en
la selección y eso para mí es una terrible tontera. Así es la mentalidad de
nuestros dirigentes.
¿Qué
sintió usted cuando llegó la lista de 23 y no se encontraba en ella?
Nada, incluso me entere por un mensaje
de Whatsapp de un primo ‘vamos arriba primo’. La verdad es que estaba dentro de
las posibilidades, yo creía que podía estar, me sentía bien como para formar
parte, pero también podía pasar de que no y así fue. Lo viví tranquilo,
disfruté un poco el hecho de estar en casa con mis hijos, mi señora, verlo por
la tele. Venía de un semestre muy cargado, me había saturado mucho, lo que fue
la Copa Libertadores a principio de año, mucha pretemporada, fue una mitad de
año muy fastidiosa fuera de casa, capaz me agarró con ganas de estar acá y no
me pegó nada, es más como que dije para mí fue un fin en la selección y lo miré
desde ese punto de vista. Analice un poco para atrás y dije ‘pa fueron unos
ocho años divinos’ y lo tomé por ese lado no por lo dramático de estar o no. A
parte, en esta Eliminatoria no sabía si me iba a tocar participar y cuando me
tocó me enfoque más en clasificar a Uruguay al Mundial que en estar yo. Por
suerte se dio que la celeste clasificó, la misión estaba cumplida y lo otro era
un premio extra que no se consiguió pero igual lo viví como si hubiera estado.
¿Piensa
que hay un fin de la era Tabárez?
Hay que ver a nivel directriz que
proyecto tienen; a mí me gustaría que el maestro siguiera al frente de la
dirección de selecciones hasta que él quiera y pueda, sería bueno para Uruguay.
Pero va a depender de lo que él quiera. Por lo que escuché quiere dirigir. Un
tipo tan limpio, transparente y honesto como él, se hace difícil encontrar en
el fútbol de hoy en día. Veremos, esperemos que el proceso de lo que es a nivel
juvenil y mayores se siga por ese camino que es lo que le volvió identidad al
país, le regresó el respeto a la selección que hoy todos los jugadores
uruguayos por el mundo quieren ponerse la camiseta celeste y eso es lo más
lindo que recuperamos.
¿Qué
jugadores ve de las juveniles que pueden funcionar para recambio de los que
están en la mayor?
Ya han entrado algunos como Josema
(Giménez) y Emiliano (Velázquez), que fueron los que tuve la posibilidad de
compartir ahora y los de la sub 20 que recién pasó. No te voy a nombrar uno por
uno porque sería injusto con otros pero recambio hay. Uruguay es milagroso, siempre
sigue sacando jugadores, porque tenemos una cultura de futbol maravillosa y lo
vivimos como muy pocos países. Te digo que es milagroso, porque a pesar de
todas las carencias que tenemos siguen saliendo jugadores. Creo que el uruguayo
es esforzado, ve las cosas bien hechas y se aferra a donde se va, entonces nos
quieren a todos los uruguayos por todo el mundo. Recambio hay, capaz de mayor o
menor calidad, pero el corazón es siempre el mismo y eso viene de la cuna.
¿Cuál
fue el motivo clave de su desvinculación con Nacional?
Finalicé el contrato. No le busco mucho
motivo tampoco, yo me quedo tranquilo que lo futbolístico no fue y por ese lado
me quedo contento, terminé jugando a buen nivel, haciendo el gol que nos dio la
clasificación para la Libertadores, así que más feliz que eso imposible.
Incluso no estuve en partidos trascendentales que podía haber estado pero bueno,
así se dio, disfrute de todo, de ponerme la camiseta que siempre me gustó desde
niño. Como me pasa con Uruguay ahora lo miro desde otra óptica y bueno feliz de
haber vestido la camiseta de Nacional y la de la selección. Me di el privilegio
que pocos se dieron. Culminé el contrato y veremos que nos depara el futuro.
Esta
ida de Nacional, ¿le pone fin a su carrera o piensa seguir jugando?
Me cuesta mucho irme, pero a nivel local
no me seducen muchas cosas para continuar jugando, por el motivo de la canchas.
Me llamaron equipos profesionales de acá y ‘agradecido’ les dije pero no puedo
ir a canchas que a la semana estoy con tendinitis o no termine rindiendo. Por
ahora me estoy tomando un descanso, capaz es el final de mi carrera o capaz
sigo un año más, más te digo el otro día se comunicó un club grande de Argentina
y estuve a punto de irme. El fútbol es impredecible, pero no tengo claro si
sigo jugando o no.
¿Qué
tiene que tener un club para seducir a Andrés Scotti?
Depende de factores, como por ejemplo si
es en el exterior o si es en el país. Si es fuera de frontera, está el tema del
traslado de la familia, un año más podría jugar fuera de Uruguay. A nivel local
me cuesta mucho más, Wanderers era una de las posibilidades, pero el técnico no
quería refuerzos en la zona que yo me desempeño. Sin ser Nacional es el único
equipo que jugaría, en el resto no sé. Hay clubes que están haciendo las cosas
bien a nivel político que podría darse, como Liverpool, que es una institución
seria, independiente, no se basa en nadie. Ese tipo de política me encanta y
por desgracia hay poquititos.
Analizando
el caso Luis Suárez, ¿cuál es su opinión al respecto?
Luis
se equivoco, pero es humano, está dentro de las posibilidades cometer un error
pero la sanción fue totalmente desmedida, porque hemos visto a jugadores como
Zidane, que pegan un cabezazo en una final del mundo y no reciben una pena como
la que recibió él, y todavía lo expulsan como si hubiera matado a alguien. Fue
una reacción que pudo tener cualquiera, que por desgracia pagó los precios muy
altos.
¿Qué
pudo haber influido en la magnitud de la sanción?
Muchas cosas, yo eso no lo puedo saber
porque no estoy dentro de los que fallaron, creo que se equivocaron. Pudo haber
sido la presión de la prensa, la política, los problemas televisivos que hubo entre
la CONMEBOL, Tenfield y Fox Sports. Hubo mucha cosa metida en el medio, capaz
que me equivoco. Por lo que he escuchado, la prensa inglesa influyó mucho, la
presión entre los medios en Brasil también tuvo que ver. FIFA se deja guiar
mucho por el tema social, creó que pagó por eso.
¿Incidió
lo acontecido con Suárez en el partido de cuartos frente a Colombia?
Sin dudas, porque el fallo fue 40 horas
previas, si la sanción hubiera salido una hora antes a que empiece a Colombia
lo pasábamos por arriba, por la bronca, por la calentura que genera una cosa de
ese tamaño. Pero al tener tantas horas en el medio, se habla, se comenta y eso
te desgasta, te cansa mentalmente. En el partido estábamos un cambio menos en
cuanto a la intensidad que nos caracteriza y todo por la acumulación de bronca
que genero el fallo desmedido hacia Luis.
Agradecemos por la entrevista a Mariano Figueroa, estudiante del IPEP por aportar este informe con Que Empiece a Rodar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario