Enfrente
quién pudo ser su verdugo en las finales pasadas, Los San Antonio
Spurs liderados por los muchachos de siempre Tim Duncan, Tony Parker y
un siempre amenazante Manu Ginobilli quién estuvo en una noche más que
discreta anotando 3 puntos y dejándonos una asistencia en 25 minutos
jugados.
Entre
los destacados por parte de los Heats no podemos obviar al ala pivot Chris Bosh, quién fue la pieza fundamental para que las
estrellas de Miami volvieran al triunfo con 24 puntos, al acertar 9 de
su decena de intentos al aro. El velociraptor estuvo acertado de cara a
tiros de campo, en un encuentro en el que los Heats jamás estuvieron
en una situación desventajosa, pero aún así se enfrentaban al subcampeón algo golpeado. También por el lado de Miami Lebron James
fundamental para forjar la imagen de los Heats en los últimos años,
anotó 18 puntos, tuvo 6 asistencias y un robo en 28 minutos netos de
juego dejando así un marcador de 113 a 101 a favor de los de la Florida.
En cuanto al equipo Texano de San Antonio el mas destacado fue el siempre vigente Tim Duncan con 23 puntos y 2 robos.
Boris
Diaw añadió 15, Marco Belinelli anotó 12 y Tony Parker terminó con 11
para los Spurs, que en el tramo final del último cuarto tuvieron una
andanada de 13-0 que sirvió para maquillar un poco el resultado.
Obviamente
en la mente de los aficionados a la mejor liga del mundo, existía la
idea de rendición de final y clima de revancha para los Spurs, pero el
propio Greg Popovich, entrenador de los subcampeones de la NBA declaró
que no sentía este partido como una revancha, algo similar respondió
Erik Spolesta quién declaró: "¿Sentíamos cómo si esto fuera la final? No".
Lo
que nos dejó este encuentro fue un aspecto de intrascendencia con
respecto al pasado, sus protagonistas así lo sintieron pero seguramente
cuando se vuelvan a ver las caras estos dos gigantes se enfrentarán por
algo más y nos regalen partidos como los de finales del 2013.
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