Los dirigidos por Pablo Rodríguez, si haber hecho mucho mérito para llevarse los tres puntos, terminó llevándose un partido, en donde quizás merecía sacar algo mejor el rival.
Los de Fossati a pesar del mal resultado, tuvieron una línea defensiva sólida nuevamente y que pudo controlar con gran firmeza al goleador Romario Acuña en casi todo el encuentro. Los volantes por afuera aurinegros (el "Japo" y Paolo Hurtado) fueron lo más peligroso, generando tanto en velocidad por sus respectivas bandas, como en habilitación a sus compañeros con buenos pases que llegaban a su destino, pero no terminaban de concretar los de arriba. Luis Aguiar volvió a ser el generador de fútbol de la mitad de la cancha, y Zalayeta fue el poste de referencia en ataque.
Sin embargo Peñarol no fue contundente, no remató las jugadas que generó, ni siquiera cuando tuvo que mandar al equipo completamente al ataque. Allí fue despertando la paciencia de Cerro, en donde Grosmüller empezó a ver que habían huecos posibles en la defensa desprotegida del carbonero.
Presionando la impaciencia del carbonero, la visita se equivocó, el exPeñarol apareció sólo de nuevo y habilitó a Juan Delgado que aprovechó el mano a mano poniendo el 1 a 0.
En el minuto 75, con Hernan Novick en cancha (que ingresó por uno de los mejores, Hurtado), el árbitro Andrés Cunha se comió un claro penal en donde Claudio Dadomo tocó el balón con las dos manos. En los minutos finales Peñarol fue muy desprolijo y no encontró las mejores ideas en ataque para llegar a la igualdad, terminando un partido en el que fue más pero se olvidó del gol.
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