Sabor agridulce

Rafael Nadal es el campeón del Masters 1000 de Madrid tras el abandono de Kei Nishikori por una lesión en la espalda, cuando iban 2-6, 6-4 y 3-0 a favor del español.
El número uno del mundo tuvo un partido dificil en los primeros dos sets, dónde fue más el japonés dominando el encuentro, a pesar de que el primer punto fue para el mallorquín. Nishikori quebró en 2-1 y de ahí llevó contra las cuerdas a Nadal, con mayor confianza y agresividad en sus golpes, para tener el primer set tranquilo, luego de quebrar nuevamente en 4-1.
Raro, impreciso y hasta desconocido el juego de Nadal, que nada le salía, ni siquiera cuando intentaba atacar. Tampoco se modificó el panorama en el cambio de set, que por el contrario volvió a quebrar el japonés, que siguió firme sobre la línea, y dónde tomaría dos sets de ventaja.
La reacción del español llegó quizás en ese segundo set, donde dejó pasar un triple break point, pero se vió la mejora en su juego. Y en ese momento fue cuando Nishikori sintió los problemas, no sólo en la mejora del juego del líder del ranking, sino en su físico. Se empezó a quejar de dolores en la cadera y en la espalda, y el partido empezaba a tornarse cuesta arriba.

El encuentro estaba 4-3 a favor del asiático, que pidió ser atendido en la zona lumbar por el fuerte dolor. Volvió al campo de juego, mostrándose impreciso y apurado en las devoluciones, por lo que perdió los dos games siguientes y pidió nuevamente asistencia médica.
No pudo contra la lesión, perdió el set que tenía prácticamente en las manos y veía como el título también se iba con ello. Sabiendo que no podía continuar igualmente se paró en cancha, pero no había respuesta en sus golpes ya que no se podía mover. Demoró en decidirse y cuando ya estaba 3-0 abajo, decidió dar la noticia de que no seguiría más, dándole el cuarto título a Rafa, que no festejó y con sabor agridulce aplaudió al japonés que mostró ser un gran oponente cuando el físico se lo permitió.

Con la corona del M1000 de Madrid, Nadal alcanzó el título número 63, siendo el tercero del año tras las victorias en Doha y Río de Janeiro. Además asegura su liderazgo en el ranking ATP hasta el inicio de Roland Garros, y queda séptimo en la tabla de máximos ganadores de campeonatos, superando por uno al argentino Guillermo Vilas, y apenas uno por debajo del estadounidense Pete Sampras y del sueco Bjorn Borg.