La historia de la FIFA revela a los belgas como el primer país declarado "campeón del mundo", tras obtener los Juegos Olímpicos de Amberes, en dónde siendo locales se quedaron con la medalla de oro. Corría el año 1914, cuando hacía tan sólo 6 años desde que el fútbol se había integrado como un deporte olímpico, y aún no existía lo que hoy llamamos Mundial de Fútbol, por lo que la propuesta llegó por parte de la FIFA. La declaración, firmada por los integrantes de esa época del ente rector del fútbol, afirmaba que "el campeón olímpico debe ser considerado campeón del mundo".
En 1916, en Berlín, estaba pactado que serían los próximos Juegos Olímpicos en dónde en la disciplina de este deporte se declararía el primer campeón del mundo. Nunca se logró llevar a cabo el mismo, ya que los eventos bélicos de la Primera Guerra Mundial determinaron la suspensión de los JJ.OO. en la capital alemana. Al fin y al cabo, la primera disputa por ese título se daría en 1920 en la mencionada ciudad de Amberes, dónde el país anfitrión se quedaría con su primer y única medalla, y su más gloriosa coronación en el fútbol.
Hoy quizás los únicos que se acuerdan de esto es Uruguay (oro en 1924 y 1928) y los mismos belgas, ya que son las dos naciones que obtuvieron la medalla de oro que determinaba al campeón del mundo de esa época, hasta que se llevó a cabo la creación de la Copa del Mundo, que eliminó esa declaración de la FIFA del recuerdo de todos y el ganador de ese torneo sería quién tenga ese título.
Más allá de que Bélgica quedara dormido en su poca historia futbolística, se encuentra en la actualidad, bajo la dirección de Marc Wilmots, entre uno de los planteles más ricos en estrellas y futuras promesas, rodeado de jóvenes con hambre de gloria, y por eso vamos a dar un repaso de quiénes son ellos y como llegan a este ansiado Mundial en Brasil 2014:
Eden Hazard: la figura y estrella del Chelsea es el arma fundamental en la ofensiva belga, con su increible técnica, creatividad, velocidad y manejando ambas piernas en forma perfecta, ha puesto a su país entre los cabezas de serie, siendo determinante en los diablos rojos. Desde su llegada en 2012 al Stamford Bridge por 32 millones de libras, le ha dado muchos frutos a los Blues, obteniendo la Europa League 2012/13. Además entró en la historia de su selección, siendo el jugador más joven en vestir la camiseta de los diablos rojos tras debutar con 17 años y 316 días de edad.
Vincent Kompany: el capitán, de doble nacionalidad (Bélgica-Congo) es la máxima referencia del equipo de Marc Wilmots, dándole seguridad al equipo y la experiencia necesaria en la última línea. Hoy en día el zaguero, quién también supo ponerse la cinta en su actual club Manchester City, se dice que vale cerca de 30 millones de euros, siendo uno de los defensores más caros y pretendidos en el planeta. Además no sólo puede ser parte de la retaguardia de un equipo, ya que una de sus características es ser polifuncional, gracias a que su fuerza física, resistencia e inteligencia lo ha llevado a colocarse como un volante de marca, siendo capaz de manejar los hilos de un equipo como el que dirige el chileno Manuel Pellegrini.
Romelu Lukaku: recordado por muchos por aquel joven que marró el penal en la final de la Supercopa de Europa el pasado año bajo las órdenes de Mourinho en Chelsea, es quizás el arma de ataque que llevará la resposabilidad en Brasil. Tan sólo 21 años tiene el jóven delantero de Everton, que ha sido comparado con Didier Drogba por su forma de juego, teniendo potencia, habilidad y velocidad a pesar de su gran físico (1.91m).
Thibaut Courtois: grandes arqueros si los hay actualmente en Europa, pero Casillas, Cech y Buffon saben que estan dando sus últimos pasos y el guardameta de Atlético de Madrid, con sus 22 años, puede ser el próximo mejor goalkeeper del mundo. O quizás se podría decir que se encuentra en el podio, siendo su equipo el subcampeón del Viejo Continente gracias a sus grandes actuaciones con la camiseta colchonera. Hoy en día, si un jugador belga tuviera que luchar por una posición en la cancha, lógicamente no elegiría la del portero, por que además de estar el "1" de casi dos metros de altura, está Simon Mignolet, quién sabe que puede estar a la altura de él y muchos dicen que debería ser el de Liverpool quién cuide la valla de los diablos rojos.
Marouane Fellaini: no es sólo un jugador bajo un gran casco de rulos, sino que es quizás junto a Hazard, uno de los cerebros del elenco cabeza de serie. Considerado uno de los mejores en el remate de cabeza, y caracterizado por su buena recuperación y su polivalencia. El procedente de familia marroquí, fue gran figura de Everton, dónde jugó por cinco años desde 2008 hasta que fue fichado por Manchester United, como una de las grandes estrellas de la Premier League.
Todo gran plantel tiene puntos débiles y dificultades, y Bélgica no es la excepción. Armas si dudas que las tiene con un gran técnico que supo ser jugador y un riquísimo grupo de futbolístas que lo darán todo por sacar adelante a una de las posibles revelaciones, pero estos podrían ser problemas a resolver por Marc Wilmots:
Christian Benteke: este delantero de 23 años no es un problema ni mucho menos, pero lamentablemente Brasil no podrá disfrutar del tormento que puede producir un goleador nato como es él. El jugador de Aston Villa era sin dudas, antes de sufrir la lesión, el 9 de área y referente de ataque de los diablos rojos, pero ahora deberá estar alejado de las canchas durante 10 meses por la rotura del tendón de Aquiles, siendo una de las bajas más dolorosas la del Killer Villano.
Lentitud en la defensa: Daniel Van Buyten y Vincent Kompany sin dudas crearon una dupla defensiva fuerte y de las más difíciles de penetrar, pero no es la velocidad una de sus características. Los 35 años del zaguero del Bayern Munich y los 28 del defensor de Manchester pesarán cuando el rival mande balones a sus espaldas, aunque seguramente el arma de los balones parados será fundamental para Bélgica gracias a que van muy bien en las alturas.
Los octavos meten miedo: El grupo H en el que les toca ser cabezas de serie es bastante accesible para los belgas, siendo Rusia, Corea del Sur y Argelia sus respectivos rivales. A pesar de eso, cuando tengan que mirar hacia la fase de eliminación directa, se podrían cruzar ante Alemania o Portugal, que en teoría podrían aparentar superiores a los diablos rojos.
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