Dificil ver un partido 0 a 0 luego de los ocho goles convertidos en la definición impactante de ayer entre Brasil y Alemania. Pero tanto albicelestes como naranjas se midieron durante los 90 minutos. Dominó en la posesión durante el tiempo reglamentario el conjunto de Sabella, pero no inquietó nunca el arco de Cillensen, con poca actividad de Lionel Messi que se lo volvió a ver muy solo cada vez que recibía el balón y parecía que sus compañeros de ataque se escondían detrás de los zagueros.
El encuentro en el alargue tuvo un poco de más velocidad, cuando tomó la pelota el equipo holandés. Empezó a inquietar a los laterales Arjen Robben, una de las máximas figuras de este Mundial, y estuvo con más movilidad desde los tres cuartos de cancha, juntándose más con Wesley Sneijder y las subidas de Dirk Kuyt por izquierda, cuando el extremo de Bayern Munich estuvo por esa banda.
A pesar de eso, más que centros despejados por los puños de Sergio Romero, o algun tiro al arco desde lejos como un par del mencionado puntero zurdo, no hubo más peligro en el arco argentino, ni tampoco en la valla del portero de Ajax. Un arbitraje tibio, que pasó desapercibido aunque quizás se le pudo pedir alguna amarilla por agarrones o faltas desde atrás, especialmente contra Robben o Messi, quiénes fueron al piso en varias oportunidades.
El segundo tiempo del alargue fue un poco más de lo mismo, con un poco más parejo en la posesión pero parecía que ambos equipos esperaban por la definición desde el punto de penal, y tan tranquilos estaban que Cillessen en dos oportunidades eludio con una gambeta a los delanteros albicelestes. Sin desequilibrio y un encuentro muy parado por los balones parados, el encuentro estaba destinado a definirse desde los once pasos. A pesar de eso, el corazón de todos los presentes en el Arena Corinthians se detuvo, cuando Rodrigo Palacio picó habilitado, según el asistente, y quedó mano a mano con el arquero de la capitál de los Paises Bajos, pero se apuró y quiso tirarla de cabeza por encima, aunque quedó corta y en manos del guardameta. Un desborde de Messi y una mala definición de Maxi Rodríguez también pudo haber sido el grito finalista, pero estaba bien parado Cillessen.
DEFINICIÓN POR PENALES:
Argentina 4-2 Holanda
Vlaar (H) errado; Messi (A) gol; Robben (H) gol; Garay (A) gol; Sneijder (H) errado; Agüero (A) gol; Kuyt (H) gol; Rodríguez (A) gol.
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