sábado, 18 de octubre de 2014

Terminó con el invicto

Wanderers terminó con el invicto en el medio local de Peñarol, tras derrotarlo por 2 a 1 en el Estadio Centenario esta tarde por la décima fecha del Torneo Apertura, con goles de Riolfo y Albarracín, mientras que en la visita descontó Sebastián Píriz, en un encuentro que deja al carbonero muy complicado en la tabla y en sus aspiraciones al título.


Un arranque prometedor del conjunto bohemio, con velocidad y profundidad complicando a la zaga aurinegra. Alex Silva desde el lateral abrió la cancha, y Riolfo tomó las riendas del equipo, con un Albarracín bastante activo en tres cuartos de cancha. De todas formas le costó el último pase para encontrar una oportunidad de abrir el marcador, y aprovechar el descontrol que tenían los de Jorge Fossati para controlar el partido especialmente en la mitad de la cancha. Lo más claro lo tuvo Sebastián Gularte a los 5', cuando no pudo conectar un pase del 10 de los de blanco y negro desde la izquierda.

Corrían 15' y Peñarol todavía no conocía a Cristóforo. Por eso los del Prado tenían que aprovechar su momento y tuvo otra chance el 9 de Wanderers para abrir el marcador. Contragolpe rápido para quedar en el mano a mano con Pablo Migliore, y el delantero decidió definir por arriba, "cuchareando el balón" por encima del argentino, pero se perdió por encima del travesaño, desperdiciando una más que clara oportunidad de gol.

Y si el chico no aprovecha, el grande se te puede acomodar rápido. Hernán Novick se vistió esta tarde como segundo delantero acompañando a Zalayeta y pudo haber marcado la apertura. Centro desde la derecha de Alejandro Silva, y apareció el ex Fénix con un cabezazo, sólo sin marca, pero lo mandó muy por encima perdiendo la primera chance clara, recién en el minuto 18 del primer tiempo. Lo más claro del carbonero empezaba a aparecer por la banda derecha, juntando a Silva con el exdelantero de Juventus.

Pero la desesperación para un conjunto grande termina en las faltas innecesarias. Así el bohemio se fue acercando mediante tiros libres y encontrando una vía más efectiva. Por eso se iba a poner en ventaja y en forma merecida, a través de un centro Colombino desde la derecha en pelota detenida, apareció Olivera sólo junto a Diego Riolfo, y terminó siendo el volante quién empujó último el balón, en una posición dudosa, pero que dejó el 1 a 0 justo para lo que se había visto hasta ahora.

Y a la fuerza tuvo que irse al ataque Peñarol si quería encontrar la igualdad. Con empuje y fútbol poco vistoso llegó a complicar a Cristóforo y a la defensa bohemia, que intentaba contener las envestidas del rival. La más clara llegó con los tres pelados. Centro de Pablo Lima, cabezazo de Damián Macaluso desde la derecha hacia la izquierda, donde apareció Sergio Orteman y conectó para poner la pelota contra el palo derecho del arquero, quién llegó a despejar con una mano lo que pudo ser el empate a tan sólo 12' del final. Cuando terminaba el partido, fue Novick quién tuvo la última, tras un buen centro de Lima, terminó cabeceando contra el vertical, desviado.

El segundo tiempo arrancó como había terminado el primero. Fabián Estoyanoff ingresó por un desconocido e impreciso Jorge Rodríguez, y por ahí vino la vía del gol. Una gran corrida del 11 que tiene sus momentos de vigencia, desbordó al lateral izquierdo bohemio y mandó un buscapié que encontró a Sebastián Píriz para poner el empate parcial, que daba la ilusión para darlo vuelta con el empuje de la hinchada.

Pero la alegría duro poco, y el fútbol del Prado no terminó ahí. Nicolás Albarracín no había tenido muchas oportunidades en la primera mitad, y en estos minutos tuvo el suyo. Apareció por derecha, se acomodó con espacio para su pierna hábil, y metió el zurdazo que parecía en un principio muy sencillo para Pablo Migliore. Esta vez se equivocó el argentino, quién quiso tomar el balón con ambas manos, pero se escurrió el mismo entre ellas y terminó en el segundo gol que daba la victoria al local. Minutos antes ingresaba a la cancha Juan Manuel Olivera en busca de la desesperada y necesitada victoria.

Con cinco minutos para cerrar el encuentro, el bohemio se jugó al contragolpe con solo dos hombres de ataque, y el resto del equipo cuidó el arco de Cristóforo. El mismo Olivera fue quién tuvo una oportunidad tras un centro pero terminó cabeceando hacia afuera, luego de una jugada dudosa pero que la repetición despejó las dudas. Aparecía una mano en el área que no fue más que una protesta del delantero aurinegro porque esa mano nunca llegó a conectar con el balón.

El encuentro terminó con el invicto carbonero, luego de siete meses volvió a perder, pero no sólo desperdició tres unidades, sino que cae lejos en la tabla y deja a los de arriba (Nacional) con muchas chances de irse por camino libre hacia el título del Torneo Apertura. Mañana tendrá todo el tricolor para ser campeón, y Racing para volver a ser el escolta para mantenerse en su buena temporada.

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